Normalmente mi subconciente me lleva a querer evadirme de las imposiciones del sistema y le gustaría poder dedicarse a subir montañas y a conocer otros lugares, pero existen unos momentos en los que estás saciado y el cuerpo te pide fajarte en el trabajo y disfrutar del día a día.
Normalmente esto sucede con mayor frecuencia al final de unas vacaciones satisfactorias, pero el último experimento de Universidad de Chigüesche a conseguido sintetizar y encapsular las endorfinas responsables de tan placentera relación con el mundo laboral, así que hoy inicio mi tratamiento con esta pildorita que les dejé por aquí arriba, alguna noche sin dormir nos costó, y alguna cosa más...
P.D.: No crean, esto es un venda antes de la herida, no sea que las vacaciones se chafen con la nueva graduada. jajaja
