Atún, Rabil, para ser precisos, eso lo recuerdo bien...
Tambien, queso, mucho queso y muchos perros, y luego la Apoteosis, vino blanco. ¡¡¡Estoy secoooo!!!, esta frase se repite en la oscuridad como un eco entre risas, luego silencio.
A la mañana, tambores, van y vienen, calor y un barranco, me suena, yo he estado aquí antes, desgana y mas tambores.
Recuerdo aire fresco y salado, agua fría, los tambores se van y la Apoteosis pasa...Esta vez Atún, y burbujas de 7up, té y silencio denso de calor...
Luz brillante y calor, una tajea con agua y la calma de la mañana se desvanece con el humo, fuego, miedo y acción, y luego destensión, vuelta a la normalidad, busqueda de la sombra y reencuentro con enigma de las piedras que llevan al cielo, no estás fino...
Y otra vez el aire salado y el agua fría, todo vuelve a su sitio después del temblor, y parece que no ha sucedido, ¿que extraño, verdad?.
Seguro que más extraño aún debió parecerle al Atun que perseguía un brillo en agua clara de la mañana para saciar su instinto...
