martes, 31 de enero de 2012

Y ahora que hacer...

Carta de la Escaladora que tristemente sufrió el accidente de su marido en Fataga

" Tras el accidente ocurrido en Fataga, la esposa del accidentado, desgraciadamente de forma mortal, ha querido transmitir su reflexión sobre lo ocurrido y lo que ello engloba. A continuación, el texto esta sacado del Blog del Club To'Patrás.

“El 27 de diciembre de 2011 un desafortunado accidente acabó con la vida de mi marido mientras escalábamos juntos en la presa de Fataga. La mala fortuna quiso que mientras él escalaba y yo aseguraba, se desprendieran unos grandes bloques de piedras que cercenaron la cuerda, precipitándolo al vacío. Nos encontrábamos solos en el barranco en el momento del accidente.

He leído a posteriori en Internet las noticias sobre el accidente y con gran consternación he sabido que numerosos escaladores tenían conocimiento de la inseguridad que ofrecían esas rocas. Sé que lo que nos pasó fue un terrible y desafortunado accidente. Podría haberle pasado a cualquier otro escalador. Nosotros éramos muy prudentes y seguíamos todas las normas de seguridad. Aún así, los que practicamos este deporte sabemos que la escalada es un deporte de riesgo. Pero también es cierto que creo que se podían haber tomado medidas para limpiar esa vía o evitar que la gente la subiera si se tenía conocimiento de su estado. Estamos hablando de una escuela de escalada deportiva muy frecuentada tanto por locales como por foráneos, no de escalada en alta montaña. Los riesgos que asumes son diferentes.

A raíz de este accidente mortal, ¿no habría que cuestionarse la gestión de las zonas de escalada deportiva en España? La escalada es un deporte cada vez más popular practicado cada día por más gente. Creo que muchos escaladores no son realmente conscientes de la importancia que tiene el comunicar este tipo de información para evitar accidentes con tan graves consecuencias como el que tuvo lugar en Fataga el pasado 27 de diciembre. Especialmente en escuelas muy frecuentadas, y no siempre por locales que conocen muy bien la zona. La escalada es un deporte de riesgo, sí, pero creo que entre todos tenemos que hacer todo lo posible para minimizar ese riesgo.

Mi deseo es concienciar a los escaladores de la importancia que tiene no sólo el buen equipamiento de las vías y su adecuado mantenimiento, sino el alertar del estado de las mismas para evitar accidentes. Y eso es algo que podemos hacer todos sin distinción, tanto los escaladores que equipan como los que no, los esporádicos como los habituales, los que hacen quintos u octavo grado.

Agradezco al club to’patrás la oportunidad de hacer llegar mi mensaje a través de su página web.”

Y ahora yo me pregunto ¿qué hacer cuando la vía que pruebas tiene cosas que se mueven?, ¿qué hacer cuando es una vía de referencia, que prueba mucha gente?, ¿Qué hacer si aquella vía que equipaste es verdad que era un poco...?
¿Y que hacer cuando ves que las chapas de tu escuela están como las pesetas de fuente de la Virgen de Candelaria?

Demasiadas incognitas