Siempre desde niño la frase NOS VAMOS AL MONTE ha tenido efectos euforizantes, recuerdo a un niño en los columpios de troncos y las ganas de explorar, ¿qué hay mas allá de ese barranco?. Luego el monte fue el sitio de verse con los amigos, y las amigas y los ratos locos...
Hoy en día un bonito dia soleado con un cielo azul intenso acompañando al olor a pino, (como decía Manolo García) me saca de rutina y me recuerda que estos pinos nos vieron de niños y seguirán aquí cuando ya no estemos, así que no hay nada suficientemente importante como para dejar de disfrutar de los que nos gusta en la vida.
Este fenomeno tambien se produce en el monte...
Lucha entre Ewok y perro, ¿quién ganará?, lo veremos en el próximo capítulo...
