Unos ojos curiosos te observan, se reunen alrededor, mantienen la distancia, o no, pero el final es siempre el mismo, una payasada acaba con un estallar de risas.
Quizá el causante sea el cambio interno un nuestra forma de ver el mundo al dejar atras el ajetreo diario y subirnos a las bicis.
Hace 19 horas